6 hábitos que dañan nuestro hígado

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Jun 30, 2020   Bienestar

¿Cómo podemos saber si cuidamos correctamente de nuestro hígado? En ocasiones cometemos sin saberlo pequeños errores, o llevamos hábitos de vida que no son adecuados para la salud de nuestro cuerpo.

El hígado es uno de los órganos más importantes y delicados:  según afirma la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos, filtra toxinas; produce la bilis; transforma carbohidratos, proteínas, minerales y vitaminas, ¿Por qué no aprendemos a cuidarlo un poco mejor?

¿Qué aspectos pueden dañar a nuestro hígado?

El hígado es un órgano imprescindible en nuestro organismo, ya que las funciones que cumple son esenciales para nuestra salud. De ahí que, en ocasiones, un pequeño fallo pueda producir consecuencias que se noten de forma inmediata.

Además, en caso de padecer con anterioridad alguna enfermedad hepática, es incluso más importante que conozcamos qué tipo de alimentación podría permitirnos aliviar los síntomas y, en resumidas cuentas, mejorar nuestra calidad de vida.

1. Colesterol elevado

Colesterol

El colesterol es un tipo de grasa que el hígado sintetiza y que nuestro organismo suele utilizar como energía para las células del cuerpo. Por ello, debe haber un equilibrio.

El colesterol que no se utiliza debe eliminarse, y cuando no sucede así, es el hígado el que se encarga de sufrir estos excesos. De este modo, y debido a ese incremento, podríamos acabar padeciendo determinadas enfermedades hepáticas, como el denominado hígado graso, según afirma la Clínica Mayo.

Evita, pues, las carnes rojas, los alimentos con excesivas grasas; azúcares procesados y los alimentos muy sazonados. Sustitúyelos por verduras, fibra, vegetales, granos integrales…

2. Dormirse y despertarse tarde

Lo que los gatos nos pueden enseñar en cuanto a dormir

¿Sorprendido? Seguro que sí. De pequeños nuestros padres siempre nos decían que debíamos acostarnos pronto, una costumbre que a medida que vamos creciendo, comienza a dejarse de lado bien por gusto, o bien por obligaciones.

Según afirma la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (Suiza), nuestro cuerpo está diseñado para que, mientras dormimos, se lleven a cabo determinados procesos de desintoxicación. Nuestro sistema linfático, por ejemplo, efectúa su desintoxicación el primero. 

Son procesos que se llevan a cabo de modo adecuado solo cuando estamos profundamente dormidos. Si rompemos estos ciclos naturales de nuestro organismo de modo habitual, acabaremos sintiendo las consecuencias. Intenta en la medida que puedas seguir un horario y, ante todo, conseguir un descanso reparador.

3. No orinar por la mañana

Como cuidar nuestro higado

Hay personas que se levantan con mucha prisa y salen de casa con la idea de desayunar o tomar un café en el trabajo, y entonces allí, buscar un baño para orinar con tranquilidad. Es una costumbre peligrosa. Aguantar las ganas de orinar no solo puede dañar nuestros riñones, también nuestro hígado. Así lo afirma este estudio de la Inje University College of Medicine (Corea).

4. No desayunar

desayuno

Cuando nos levantamos, nuestras reservas energéticas de glucosa están muy bajas. Es un estado que afecta a nuestro hígado, ya que le impide obtener energía para cumplir sus funciones esenciales.

Son también muchas las personas que, o bien ayunan para bajar de peso, o bien porque tienen prisa, descuidando el importante momento del desayuno.  No olvides esta parte indispensable de tu nutrición, tu organismo, tu hígado y tu cerebro necesitan este aporte de energía esencial para empezar el día.

5. Mala alimentación

Que son las grasas saturadas y en que alimentos se encuentran

A veces es por falta de tiempo. Otras, por nuestro trabajo u obligaciones. Es más fácil recurrir a la comida rápida o industrial antes que perder el tiempo planeando un menú más elaborado.

Hay que tener en cuenta que el hígado es muy sensible a la mala alimentación, a la combinación de sodio y a las calorías, a los azúcares azúcares y la sal. Un exceso de estos alimentos y malos hábitos puede desembocar en un aumento de la presión arterial, del colesterol o del ya mencionado hígado graso.

Las disfunciones hepáticas son la mayoría de las veces consecuencia de una nutrición inadecuada y alta en grasas. Tenlo en cuenta.

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6. Las bebidas alcohólicas

Alcohol

No hay elemento más nocivo para nuestro hígado que el alcohol, tal y como afirma este estudio de la Universidad de Nebraska. Le cuesta procesarlo, es dañino para el órgano y le impide cumplir sus funciones básicas, rompe así su equilibrio químico y destruye sus células hepáticas. Así, puede generar problemas como los ya mencionados, además de hepatitis o cirrosis.

Recuerda que, ante cualquier duda que pueda surgirte, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu médico de confianza. Igualmente, prueba con estos sencillos consejos para mejorar tu estilo de vida. No cuesta nada, y tu salud lo agradecerá. ¡Cuida tu hígado, cuida de tu vida!

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