Respuesta inmunitaria: todo lo que debes saber

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Jun 30, 2020   Salud

La respuesta inmunitaria es un mecanismo esencial del organismo para defendernos de agentes externos que pueden ser nocivos para nuestra salud. Se compone de diferentes procesos y células que los llevan a cabo. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre ella.

¿Qué es la respuesta inmunitaria?

La respuesta inmunitaria es el conjunto de fenómenos que el organismo lleva a cabo para reconocer y eliminar agentes externos que percibe como dañinos. Estos fenómenos se basan en el reconocimiento de estas sustancias extrañas, que son los denominados antígenos.

Los antígenos suelen ser partes que se encuentran en la superficie de los virus, las bacterias y los hongos. Así mismo, también pueden reconocerse como antígenos otras sustancias inertes, como algunos químicos, astillas de diferentes materiales o toxinas.

Las personas tenemos dos tipos diferentes de inmunidad. A continuación, vamos a comentarte en qué consiste cada una de ellas.

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Inmunidad innata

La inmunidad innata no es específica. Está presente, incluso, antes de tener contacto con el antígeno en específico. Todas las personas presentan este tipo de inmunidad desde el momento de su nacimiento. Podemos dividir este tipo de respuesta inmunitaria en dos mecanismos diferentes:

  • Barreras: las barreras pueden ser físicas, como la piel, que impiden el paso de la sustancia dentro del organismo, o químicas. Son muchas las barreras químicas presentes en nuestro organismo. Estas serían, por ejemplo, la mucosidad nasal, las lágrimas, la saliva o el flujo vaginal. Estas sustancias presentan características que hacen difícil que un virus o una bacteria sobrevivan. Como ejemplo, podemos mencionar el pH del flujo vaginal, en el que no pueden vivir la mayoría de los patógenos.
  • Mecanismo celular: compuesto por el sistema del complemento, el mecanismo de la inflamación y los fagocitos. Los tres mecanismos se basan en sustancias que están presentes en nuestra sangre, circulando continuamente por los vasos sanguíneos. Cuando un agente extraño consigue llegar al interior del cuerpo, estos sistemas se activan para eliminarlo.
bacterias y sistema inmunitario
El sistema inmunitario está capacitado para reconocer, por ejemplo, a las bacterias, y así combatirlas

Inmunidad específica

Este es el segundo tipo de respuesta inmune. A diferencia de la respuesta innata, no nacemos con la inmunidad específica desarrollada. Ésta va conformándose a medida que el organismo entra en contacto con diferentes antígenos. Es más rápida y eficaz actuando en la eliminación de patógenos.

El tejido responsable de este tipo de inmunidad es el tejido linfoide, compuesto por órganos como el bazo o el timo, y los vasos linfáticos. En este tejido se producen los linfocitos, que serán las células encargadas de llevar a cabo este tipo de respuesta inmunitaria.

Así, los antígenos son reconocidos por unas partes específicas de los mismos llamadas epítopos. Cuando un antígeno entra en el organismo, se activan la inmunidad innata, más rápida en activarse, pero menos eficaz, y la específica va más lento, pero es mucho más eficaz.

Un linfocito reconocerá el epítopo del antígeno. Los linfocitos se encargan de producir sustancias llamadas anticuerpos, que serán los encargados de eliminar al patógeno. Además, este linfocito activará a más linfocitos que acudirán al lugar para ayudar a eliminar el antígeno. Esta es la respuesta inmune específica primaria.

Aparte de la respuesta inmune primaria, también se producen unos linfocitos con memoria. Estos linfocitos con memoria harán que, en caso de volver a contactar con el mismo tipo de antígeno, se active de forma más rápida la inmunidad específica eliminando al agente dañino. Esta será la que conocemos como respuesta inmune secundaria.

glóbulos blancos en la respuesta inmunitaria
Los glóbulos blancos o leucocitos llevan adelante la respuesta inmunitaria específica

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¿Qué son la inmunidad pasiva y la inmunidad activa?

La inmunidad activa se trata de todo el complejo que hemos relatado previamente. Es la que lleva a cabo el cuerpo humano de forma natural al entrar en contacto con un antígeno. Primero se activará la respuesta inmune innata, luego la específica primaria, y por último, y en caso de contactos sucesivos, la respuesta inmune secundaria.

Por otro lado, en la inmunidad pasiva, ya están circulando en el organismo los anticuerpos específicos sin haber estado en contacto con los antígenos. Esto puede suceder en dos ocasiones:

  • Bebés recién nacidos: por anticuerpos que la madre pasa al feto durante el embarazo.
  • Personas vacunadas: las vacunas pueden componerse de anticuerpos o de fragmentos del patógeno que hacen que se generen linfocitos con memoria, sin producir la enfermedad.

La respuesta inmune es un sistema de defensa

La inmunidad es un sistema natural de defensa del organismo. Aunque está presente en todos nosotros, hay diferentes maneras en las que podemos cuidar y mantener en buenas condiciones a nuestro sistema inmunitario. Debemos procurar estar al día en cuanto a vacunas, e intentar que nuestro sistema inmune sea saludable.