La microbiota intestinal

Siempre que se habla de microbiota se hace alusión a un grupo de microorganismos. Estos pueden habitar en diferentes partes del cuerpo como la piel, la boca, la vagina, entre otros. Por lo tanto, el término microbiota intestinal hace referencia al conjunto de microorganismos que habitan en el intestino.

A la microbiota intestinal se le llamaba antiguamente “flora intestinal” o “microflora intestinal”. Muchos expertos la abordan como un “nuevo órgano”, que realiza funciones clave para el mantenimiento de la buena salud. De momento se sabe que está muy relacionada con el crecimiento, la inmunidad y la nutrición.

Se cree que las alteraciones en la microbiota intestinal podrían arrojar luces sobre temas tan complejos como la obesidad y el asma. También hay indicios de que está relacionada con trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad celíaca.

¿Qué es la microbiota intestinal?

Como ya se anotó, la microbiota intestinal es la población de microbios que están alojados en el intestino.Comprende 100 billones de microorganismos, dentro de los cuales hay como mínimo 1.000 especies de bacterias. Estas tienen unos 3 millones de genes.

La microbiota intestinal puede llegar a pesar hasta dos kilogramos. Solo un tercio de la microbiota es común entre los seres humanos. Los dos tercios restantes son específicos de cada persona. El proyecto Microbioma Humano ha identificado solamente al 30 % de la microbiota intestinal.

A las alteraciones de la microbiota se les denomina “disbiosis” y están asociada con diversas enfermedades. Actualmente, muchos científicos de todo el mundo trabajan para descifrar el genoma de la microbiota y comprender hasta dónde llega la influencia de este nuevo órgano.

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Origen y desarrollo

La microbiota comienza a desarrollarse desde el momento del nacimiento, ya que el intestino del feto es estéril dentro del útero materno. La composición de la microbiota en el bebé depende directamente de la forma como es alimentado. Se cree que su desarrollo se estabiliza hacia los 3 años de edad.

La microbiota intestinal continúa evolucionando a lo largo de toda la vida. Su equilibrio puede verse afectado por múltiples factores y, por eso, la microbiota de una persona mayor es considerablemente diferente a la de un adulto joven o a la de un niño.

Diversos estudios han demostrado que los prebióticos y los probióticos ejercen una influencia positiva en la microbiota. Favorecen el crecimiento y la actividad de algunas bacterias buenas, pues actúan como nutrientes para las mismas. Tanto los prebióticos como los probióticos se encuentran en alimentos fermentados.

La importancia de la microbiota intestinal

Muchos expertos ven a la microbiota intestinal como un “órgano metabólico”, por la influencia que ejerce sobre las funciones de nutrición, la regulación de sistema inmunitario y en la inflamación sistémica. Todas estas funciones son objeto de investigación en la actualidad.

Se ha verificado que la microbiota ayuda al cuerpo para que digiera algunas sustancias que los intestinos delgado y grueso no son capaces de procesar. Asimismo, influye en la producción de algunas sustancias importantes, como las vitaminas B y K, y contribuye a mantener la integridad de la mucosa intestinal.

De otro lado, la microbiota actúa como una barrera natural contra los agentes patógenos, por lo que es fundamental en el funcionamiento del sistema inmune. También, se cree que existe una relación estrecha entre el desequilibrio de la macrobiota y la Enfermedad de Crohn.

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Otros datos de interés

Las características de la dieta y los factores genéticos influyen de manera decisiva en la composición de la microbiota intestinal. Un estudio llevado a cabo con ratones mostró que solo con un día de cambio en la dieta, también se transformaba la microbiota en los animales. En general, los ratones sometidos a una dieta occidental incrementaron su peso rápidamente.

Al comienzo de la vida, hay una diferencia significativa entre la microbiota de los bebés que son alimentados con leche materna y los que reciben una fórmula. Todo indica que este factor incide de manera importante en el desarrollo y el equilibrio de la microbiota en el futuro.

En los primeros dos años de vida predominan las bifidobacterias. A partir de los 3 años la microbiota comienza a diversificarse y llega a su máxima complejidad en el organismo adulto.

En 1989, Strachan mostró que había una reducción de la carga microbiana en los países desarrollados, debido a los altos estándares de higiene. Se cree que esto precipita el incremento de las enfermedades inmunes.