Dietas equilibradas: una necesidad para todos

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Jul 01, 2020   Dietas

En los últimos años se ha hecho énfasis en la importancia de mantener dietas equilibradas, adaptadas a las necesidades de cada persona. Si bien hubo mucho ‘boom’ con respecto a las llamadas dietas ‘milagro’, se determinó que no son efectivas y que, contrario a esto, llegan a ser contraproducentes. 

El problema es que muchas personas aún no son conscientes de esto y continúan aceptando regímenes de alimentación restrictivos y peligrosos. Inclusive, muchos adoptan planes hipocalóricos que, a la larga, conducen a deficiencias nutricionales, aumento de peso, entre otros efectos.

¿Por qué las dietas equilibradas son una necesidad para todos? ¿En qué consisten? Para resolver estos interrogantes queremos compartir algunos aspectos relevantes sobre las dietas. Asimismo, te dejamos una guía breve para que empieces a mejorar ahora mismo tu alimentación. ¡Toma nota!

¿Qué son las dietas equilibradas?

dieta balanceada

Las dietas equilibradas son aquellas que le proporcionan al organismo todos los nutrientes que requiere para funcionar correctamente, tal y como señala Ángeles Carbajal Azcona, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Pueden variar en función de la edad, los hábitos y el estado de salud actual de una persona. Básicamente deben aportar:

  • Macronutrientes: entre los cuales se incluyen las proteínas, carbohidratos y grasas.
  • Micronutrientes: incluyendo todas las vitaminas, desde la A hasta la K, además de minerales como el calcio, magnesio, potasio y hierro.

En general, una persona promedio necesita unas 2000 calorías diarias para mantener su peso. Sin embargo, esta medida también esta condicionada por los factores mencionados. Por ejemplo, las necesidades calóricas de una persona que hace ejercicio son superiores a las de una sedentaria.

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¿Por qué son importantes las dietas equilibradas?

La importancia de las dietas equilibradas radica en las necesidades nutricionales de los órganos y tejidos. Sin una adecuada absorción de nutrientes, el organismo no puede funcionar de manera eficaz. De hecho, la deficiencia de nutrientes aumenta el riesgo de infecciones, enfermedades, fatiga y bajo rendimiento físico.

En el caso de los niños, una mala dieta compromete el proceso de crecimiento y el desarrollo cognitivo. Inclusive, sus efectos pueden persistir por el resto de sus vidas. Ahora bien, los malos hábitos alimentarios son una causa principal de sobrepeso y obesidad. Esto, por supuesto, se contrarresta con una buena elección de alimentos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), llevar una dieta sana y equilibrada a lo largo de nuestra vida es muy beneficioso para prevenir la malnutrición, enfermedades como la diabetes, cardiopatías, accidentes cardiovasculares, y diferentes afecciones, así como un mejora el rendimiento físico y mental y la salud cutánea y capilar.

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¿Cómo hacer una dieta equilibrada?

Mujer cocinando sano

Hay muchos tipos de dietas equilibradas, todas saludables. Su elección puede variar en función de las necesidades de cada uno. Debido a esto, la recomendación principal es consultar con un médico o nutricionista para diseñar el plan más adecuado en cada caso. No obstante, en general, se puede lograr una buena dieta atendiendo lo siguiente, como nos indican desde la página de Salud de Castilla y León:

  • Aumentar el consumo de frutas y vegetales en todas sus variedades.
  • Consumir carnes magras, tales como el pollo y el pavo.
  • Tomar productos lácteos con moderación (siempre y cuando no se tenga intolerencia).
  • Elegir granos enteros o cereales integrales.
  • Incluir en el desayuno y las meriendas frutos secos y semillas.
  • Consumir pescado azul o blanco por lo menos dos veces a la semana.
  • Aumentar el consumo de legumbres.
  • Utilizar aceites saludables (como oliva o coco), en lugar de aceites refinados o de origen animal.
  • Ingerir más agua y bebidas saludables.

Por supuesto, para que las dietas equilibradas cumplan su objetivo, es necesario aprender a diferenciar esos alimentos que no son tan buenos para la salud. Entonces, como complemento a lo anterior, se aconseja limitar:

  • Las carnes rojas y embutidos.
  • Harinas refinadas y derivados.
  • Productos a base de azúcar.
  • Frituras y otras fuentes de grasas trans.
  • Enlatados y productos curados.
  • Sal de mesa y productos ricos en sodio.
  • Manteca de cerdo.
  • Refrescos azucarados o gaseosas.

¿Qué tanto cuidas tu alimentación? Si aún no adoptas una dieta saludable, es un buen momento para empezar. No olvides que de una buena nutrición dependen muchos aspectos de tu salud. Si tienes dudas, consulta a tu nutricionista de confianza.