Atención médica y su hijo de 1 a 2 años

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Jul 01, 2020   Bebé

Durante esta etapa, usted se seguirá encontrando con los desafíos médicos de los resfriados, los cortes, los moretones y otras "urgencias" de poca importancia. Pero también tendrá que hacer frente a la emergente personalidad de su hijo y a un incremento de los conflictos.

El médico de su hijo le hará cuatro revisiones a lo largo de esta etapa, cuando tenga 12, 15, 18 y 24 meses. Si su hijo se ha saltado cualquier vacuna, o si le han detectado algún problema que merece una atención especial, le programarán visitas adicionales.

Qué esperar durante la visita

Las visitas de revisión durante el segundo año de la vida de su hijo serán similares a las anteriores, aunque es posible que se alargue el tiempo que dedique a hablar con el médico sobre el comportamiento y los hábitos de su hijo conforme se vaya haciendo mayor.

La revisión de su hijo incluirá lo siguiente:

Si todavía no lo han hecho, los niños de esta edad se pueden someter a la prueba de la tuberculina, sobre todo aquellos que corran el riesgo de contraer la tuberculosis. El médico le dará instrucciones sobre cómo supervisar la aplicación de la prueba y cómo llevar los resultados a su consulta. Es posible que el médico recomiende un análisis de sangre para saber si su hijo padece anemia y/o intoxicación por plomo.

Trate cualquier pregunta o duda que tenga sobre la salud de su hijo y anótese cualquier instrucción específica que le dé el médico sobre cuidados especiales. Siga actualizando constantemente el registro de datos médicos de su hijo, con información sobre su crecimiento y sobre cualquier problema o enfermedad que pueda padecer.

Las vacunas que le pondrán a su hijo

Un niño a quien no vacunaron en la visita de los 12 meses, recibirá las siguientes vacunas cuando tenga 15 meses:

  • la tercera o la cuarta dosis de la vacuna contra la Haemophilus influenzae tipo B, dependiendo del fabricante
  • la triple vírica (vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubeola).
  • la vacuna contra la varicela
  • la cuarta dosis de la vacuna conjugada antineumocócica (PCV, PPSV, por sus siglas en inglés)
  • la cuarta dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos, y la tos ferina (DTPa)

En la visita de los 18 meses, si todavía no se las han puesto, el niño debería recibir:

  • la cuarta dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos, y la tos ferina (DTPa)
  • la tercera dosis de la vacuna contra la hepatitis B (VHB), que se puede administrar a partir de los 6 meses
  • la tercera dosis de la Vacuna antipoliomielítica inactivada (VPI), que se puede administrar a partir de los 6 meses

Es posible que a su hijo también le pongan la vacuna antigripal, que es recomendable cada año para los niños mayores de 6 meses antes de la temporada de la gripe. Si su hijo corre el riesgo de desarrollar la enfermedad meningocócica, una infección grave que puede llevar a una meningitis bacteriana, es posible que el médico le recomiende también la vacuna antimeningocócica.

Hable con el médico sobre posibles reacciones a las vacunas y pregunte cuándo debería llamar si surgieran problemas.

Avances evolutivos

En la visita de los 18 meses, los niños se someten a pruebas de cribado que ayudan a identificar retrasos evolutivos y el autismo.

En lo que se refiere a alcanzar los distintos hitos evolutivos, existe una gran variabilidad en lo que se considera normal. En torno a los 18 meses, la mayoría de los niños:

  • andan solos
  • dicen al hablar un mínimo de 15 palabras

En torno a los dos años, los niños deberían ser capaces de:

  • unir dos palabras para formar frases
  • seguir instrucciones sencillas
  • imitar acciones
  • empujar un juguete y tirar de él

Hable con el médico de su hijo si tiene dudas o preguntas sobre el desarrollo de su hijo.

Cuándo llamar al médico

A estas alturas, lo más probable es que ya haya llamado al consultorio del médico de su hijo muchas veces con preguntas y dudas sobre la salud de su pequeño. No dude en informar al médico si sospecha que algo va mal: usted es quien conoce mejor a su hijo.

Llámelo si su hijo tiene fiebre, parece enfermo, tiene importantes problemas para dormir, rechaza la comida o la bebida, vomita o tiene diarrea.