¿Cómo actuar si la pareja desaparece y llama en unos días?

Algunas personas viven una situación tan extraña como dolorosa. La pareja desaparece y, al cabo de unos días llama y actúa como si nada pasara, causando un fuerte impacto emocional en el otro.

Este no entiende qué ha pasado, el porqué de este comportamiento ni si debería poner punto y final a la relación. A fin de cuentas, una persona adulta busca estabilidad, no esta clase de problemas.

Sin embargo, hay varias cosas que tener en cuenta. Profundicemos.

Tu pareja desaparece y no avisa, ¿qué actitud debes tomar?

En este tipo de situaciones, la buena comunicación debe primar ante todo. Hablar con la pareja, procurar mantener una actitud de respeto y comprensión, y pedir amablemente las respuestas que se necesitan es algo necesario.

Para ello, no hay que esperar el momento perfecto, sino intentar hablar de la cuestión cuanto antes, por el bien de ambos.

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Si desaparece por primera vez

Existen personas que están de maravilla con sus parejas y, de pronto, un día deciden irse sin dar explicaciones. Esto provoca un estado de confusión en el otro, además de mucho dolor.

Cuando la persona reaparezca, bien sea en persona, mediante una llamada telefónica u otro medio, es importante no confrontarla ni exigirle explicaciones de una forma violenta, ya que esto puede resultar contraproducente.

Lo mejor es mostrar una actitud receptiva y crítica, abierta al diálogo, pero sin caer en lo complaciente. También es importante intentar dominar las emociones y no comenzar a realizar reproches, ni provocar una discusión.

Preguntarle cómo ha estado esos días y cómo se siente ahora es un buen punto de partida para entender qué le sucede y cómo se le puede ayudar.

Si propone un encuentro, acéptalo. De esa manera podrás analizar, no solo sus palabras, sino su expresión corporal. De hecho, los gestos y los movimientos suelen decir más de lo que uno puede imaginar.

Su reacción es la que marcará la futura decisión a tomar. Si pide disculpas y muestra arrepentimiento, quizá puedas darle una segunda oportunidad. Si quita importancia al hecho, tal vez sea hora de terminar la relación.

Si desaparece reiteradamente

Si a pesar de haber hablado y escuchado todo tipo de promesas, repite su actitud de forma constante, es hora de seguir con tu vida sin esa persona. Definitivamente, no te tiene ningún tipo de respeto ni le da importancia a tus sentimientos, por lo que no te merece.

Es difícil, en ocasiones, terminar una historia cuando se está enamorado, pero es lo más sano. Todo el mundo se merece una relación sana, sin toxicidad y en la que ambos se sientan queridos y respetados. No aceptes nunca menos de lo que vales.

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¿Si mi pareja desaparece, a qué puede deberse?

Los motivos pueden ser diversos, pero es sencillo concluir que no le interesa demasiado la relación. De lo contrario, por lo menos respondería a los mensajes o te llamaría para darte una explicación.

De igual manera, las causas más comunes suelen ser:

• Personalidad narcisista. Están tan ocupados de su propia imagen y emociones que no miden las consecuencias de sus actos y no manifiestan ningún interés por el resto. Si este es el caso, lo mejor es que te alejes rápidamente de esta persona, porque nunca te va a tener como una prioridad.
• Infidelidad. Es probable que exista otra persona. Puede que esta ni siquiera sepa de tu existencia, al igual que te ocurre a ti. Eso explicaría el porqué de su comportamiento.
• Quiere dejarte y no sabe cómo. Ya no está enamorado o, simplemente, se ha dado cuenta de que no le apetece tener nada serio, pero es tan cobarde que no puede decírtelo en persona. Este comportamiento denota una gran inmadurez.

Si tu pareja desaparece sin razón, y llama solo cuando le apetece, seguramente no le interesa demasiado lo que pase contigo. Por lo tanto, lo mejor es poner punto final y seguir adelante, por caminos separados.

Una ruptura puede resultar muy positiva para ti a largo plazo. Ten respeto por ti mismo y por tu dignidad como persona: quién de verdad te quiera, jamás te hará pasar por nada semejante.