¿Por qué algunos hombres dicen groserías durante el sexo?

Las palabras ejercen una gran influencia en las personas. Un saludo cortés o un elogio pueden convertir un día normal en uno extraordinario y una grosería puede causar molestia o incomodidad. En la intimidad, la elección de palabras puede conllevar a lograr una mayor excitación o al fracaso. En este sentido, hay quienes se preguntan: ¿por qué hay hombres que les gusta decir groserías durante el sexo?

Cuando se piensa en las estrategias para un buen sexo, comúnmente se hace referencia a los aspectos físicos; es decir, las posturas sexuales y las caricias que deben acompañar el momento e incluso, los puntos específicos para la estimulación. Ahora, estas no son las únicas cuestiones a tener en cuenta. Las palabras también pueden jugar un papel clave. 

A los hombres les encanta la comunicación erótica. Además, los sonidos que revelen satisfacción genuina serán bien apreciados por ellos.

Los chicos logran complacencia con el lenguaje sucio durante el sexo en la intimidad.  Principalmente porque allí encuentran estimulación y libertad para la imaginación.

El dirty talk, cuya traducción al español es «conversación sucia», les permite fantasear lo que a su vez contribuye a encender la pasión. Para profundizar en este tema, mira por qué los hombres dicen groserías durante el sexo.

¿Qué sucede cuando los hombres dicen groserías durante el sexo?

Decir o escuchar palabras cargadas de erotismo incita la transmisión de dopamina. A su vez, esta sustancia, entre otros beneficios, ayuda a la excitación sexual.

Este tipo de frases pueden realzar la intensidad emocional y física de la experiencia. El amante experto sabe que el órgano sexual más poderoso es el cerebro, y el medio para estimularlo es el oído.

Por este motivo, sus mejores aliados son los gemidos, gritos, suspiros o susurros románticos, y también las groserías durante el sexo.

Existen dos áreas en el hipotálamo que se estimulan al escuchar obscenidades. Una es el núcleo preóptico, que influye en la búsqueda de pareja, y otra el núcleo supraquiasmático, que regula los ciclos reproductivos.

Estas zonas cerebrales también se activan cuando decimos groserías durante el sexo. Cuando ambas áreas se estimulan, el deseo aumenta.

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Sintonizados

Para emplear  groserías durante el sexo, ambos miembros de la pareja deben estar en sintonía. De lo contrario  un término lujurioso puede convertirse en grosería imperdonable.

Así que si quieres poner en practica esta táctica, es conveniente saber si tu pareja esta de acuerdo. Algunos caen en el error de hablar de una forma que creen sexy cuando no lo es. Lo mejor es la naturalidad.

Hay personas que se excitan con las palabras y otras que no. Recuerda que el juego previo es esencial así como que no es recomendable exagerar ni sobreactuar.

Date tiempo,  si se llega diciendo groserías sin estar acostumbrado a este tipo de palabras, se producirá desconcentración. Igualmente no se deben decir demasiadas groserías durante el sexo para no resultar abrumadoras.

También es aconsejable establecer límites. Si una palabra te parece muy fuerte o si tu pareja está siendo demasiado brusca, házselo saber.

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¿Cómo decir groserías durante el sexo?

Decir groserías durante el sexo requiere de algunas técnicas para que surtan efecto. No sólo se trata de emplear palabras vulgares o altisonantes. Si no que consiste en hacer algo sexy que excite y deleite a la pareja.

• Consultar a tu pareja si esta nueva práctica en su vida sexual le gustaría. De esta forma impides malos entendidos.
• Conocer qué se dirán, de qué forma y con qué tono.
•  Hay que ser claro y pronunciar bien para que puedan entenderse. Decir lo que pasa por la mente, pero con nitidez.

Para que las groserías tengan un buen resultado, ambos deben estar muy excitados. 

Existen tres acciones que no deben hacerse durante una conversación sexy:

• Hablar de una tercera persona.
• Decir groserías demasiado altisonantes que jamás se dirían.
• Hablar sobre romanticismo.

La buena salud sexual en pareja se basa principalmente en la confianza, comunicación y consenso.