5 estrategias psicológicas para perder peso

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Jun 30, 2020   Bienestar

Ya sea porque estamos rozando el sobrepeso o simplemente porque deseamos sentirnos mejor con nuestro cuerpo, perder peso será saludable siempre que no nos excedamos poniendo en riesgo nuestra salud.

Para facilitar el proceso podemos usar algunas estrategias psicológicas para adelgazar. Estas deben ir acompañadas por un tratamiento especializado de un médico endocrino, ya que nadie mejor que él podrá asesorarnos.

A menudo, la gente decide ir por la vía rápida y perder peso de manera poco sana, dejando de comer o ingiriendo lo mínimo posible. Esto, además de ser contraproducente a la larga (se vuelve a engordar casi siempre), es muy perjudicial para el bienestar de cualquier persona.

Por ello, vamos a brindarte ciertas estrategias que te ayudarán en el proceso de adelgazamiento. Profundicemos en el tema.

Estrategias psicológicas para perder peso

1. Nunca vayas a comprar con hambre

Pareja sentada en el suelo de un supermercado comiendo todo tipo de snacks.

Una de las primeras estrategias psicológicas para perder peso es no ir jamás a comprar con hambre. Este es un consejo del que se habla mucho, pero que muy pocas personas llevan a la práctica.

Ir al supermercado con el estómago vacío es un grave error, ya que te instará a adquirir comida que no necesitas, a dejarte llevar por algunas rebajas en bollería y a decantarte por alimentos nada saludables y que, en lugar de ayudarte a perder peso, te harán ganarlo.

2. No tengas a la vista determinados alimentos

¿Ganas peso porque no puedes evitar comer chocolate en cuanto lo ves? Pues bien, otra de las estrategias psicológicas para perder peso es sacar de tu vista los alimentos que no te ayudan a conseguir este objetivo.

Si es el chocolate, por ejemplo, procura no comprarlo. No obstante, si alguien te lo regala, ponlo al fondo de la despensa. Seguro que alguna vez te habrá ocurrido que has descubierto algún alimento que habías guardado en un lugar poco visible y del que te terminaste olvidando.

Lee este artículo: ¿Apetito o ansiedad? Tips para diferenciarlos.

3. Come despacio y sin prisas

Manos de mujer cortando la comida de un plato.

A veces no tienes otra opción que comer rápido. No obstante, si puedes evitarlo, sería mucho mejor. Cuando comes despacio y sin prisas engañas a tu estómago. Haces que este se sienta lleno antes y, por lo tanto, evitas sentirte pesado tras comer.

Si tiendes a desayunar muy rápido y con prisa, prueba despertarte más temprano. Esto te quitará algún tiempo más de sueño, pero beneficiará tu objetivo de perder peso.

Te puede interesar: Problemas que pueden producirse por no masticar bien los alimentos.

4. Librarte de la ansiedad es una de las estrategias psicológicas para perder peso

La ansiedad es uno de los motivos por los que puedes comer aunque no tengas hambre. Si esto es lo que está provocando tu aumento de peso sin que lo desees, comienza a poner en práctica diversos hábitos que te ayuden a liberar ansiedad.

Lo más fácil y sencillo es hacer ejercicio. Escoge uno que te haga sentirte bien y que puedas realizar todos los días, aunque sea un rato. Esta práctica es una excelente terapia para lidiar con la ansiedad.

5. No comas hasta saciarte

Mujer devorando una pizza que está sobre el inodoro.

¿Te sientes demasiado lleno cuando terminas de comer? ¿siempre te sienta mal la comida en tu pausa del trabajo? La última de las estrategias psicológicas para perder peso es tomar determinadas acciones para evitar comer y sentirte pesado. Entre ellas:

  • Poner menos comida en el plato.
  • No repetir.
  • No tomar postre.
  • Poner en el plato alimentos que sabes que no te van a hacer sentir pesado.

Uno tiende a comer hasta estar lleno, pero esto no es necesario. Hay un punto en el que todos sabemos que si seguimos comiendo nos vamos a sentir demasiado llenos después, ya que la digestión será más lenta.

Pide ayuda a un psicólogo

Puede parecerte que no tiene nada que ver pero, aunque no lo creas, la ayuda de un psicólogo podría venirte muy bien. En ocasiones, como ya hemos visto, comer en demasía está propiciado por un problema de ansiedad.

Si bien es cierto que el tratamiento con el endocrino debe ser obligatorio, nunca está de más contar con un poco de ayuda extra para averiguar el porqué de la ingesta compulsiva. Es probable que te ayude, no solo a adelgazar, sino a sentirte mejor contigo mismo.

Pruébalo. No tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar.