La gente libre atrae las oportunidades

Portada > Bienestar > Mente sana La gente libre atrae las oportunidades

Jun 30, 2020   Bienestar

La gente libre atrae las oportunidades porque se atreve a ir más allá de la línea del miedo y no siente la necesidad de complacer a nadie. Esto ocurre por su disposición, su apertura mental, su motivación y por no sentirse atadas a nada que pueda frenar su capacidad de logro.

Determinados lazos familiares, de pareja, responsabilidades e incluso nuestros propios pensamientos limitantes actúan como verdaderos muros que cercan nuestras aspiraciones.

La idea de ser libres para atraer oportunidades va más allá de la simple ley de la atracción. Estamos, por encima de todo, ante un tipo determinado de actitud que merece la pena que pongamos en práctica.

No basta con desear algo para que venga por sí solo. La quietud y la espera no siempre son buenas armas de poder. Pero sí nuestro pensamiento y, en consecuencia, las emociones que generamos a partir de este para encender los motores de la acción.

Lee también cómo perder el miedo a estar solo

La gente libre atrae sus sueños, sus aspiraciones

Con gente libre no nos estamos refiriendo a personas sin ataduras o sin vínculos afectivos. Estamos hablando ante todo de los siguientes aspectos sobre los cuales, hemos de pensar durante unos minutos y que, sin lugar a dudas, nos servirán de ayuda.

chica-pelirroja-dientes-de-leon

De todo lo que llevas puesto, tu actitud es lo más importante

Nuestra actitud es el mejor vestido que nos podemos poner cada mañana cuando salgamos de casa. La actitud es el conjunto de creencias, valores, motivaciones y propósitos que marcan a una persona.

Una actitud nunca debe estar determinada por lo que los demás esperen de nosotros. En ese caso, dejaríamos de ser libres.

Una persona con una actitud fuerte y libre es capaz de dejar claras cuáles son sus necesidades y sus propósitos. Por encima de todo, es sincera y congruente con lo que hace y dice.

La gente libre piensa que lo merece

Nadie conseguirá nada si no cree primero que lo merece. No obstante, por muy simple que nos parezca este razonamiento, no siempre lo aplicamos.

En primer lugar, hemos de establecer una pequeña diferencia entre lo que queremos y lo que es factible, y ese límite está en la objetividad.

Lo que merecemos es, sin duda, aquello que nos hace felices y por tanto, es por lo que merece luchar. Nada ni nadie puede ponerle barreras, siempre y cuando lo hagamos con respeto.

La libertad es esa puerta a la cual se accede con una gran dosis de valentía personal. Por ello, es necesario convencernos de que la merecemos, de que tenemos derecho a alcanzar nuestros sueños.

Lee también: Supera el miedo a ser criticado con los siguientes consejos

Las oportunidades están más allá de la línea del miedo

mujer-descalza-andando-libre

En muchas ocasiones,lejos de ser de carne y hueso, los auténticos temores están en nuestro pensamiento.

El temor a imaginar cómo van a reaccionar los que están a nuestro alrededor cuando digamos en voz alta lo que queremos hacer como cambiar de trabajo, volver a estudiar, cambiar de ciudad, hacer un viaje, cambiar de «aires»…

El convencimiento de que no vamos a tener éxito. Es algo muy común, una baja autoestima y una auto-imagen negativa de nosotros mismos puede hacer que no nos sintamos capaces de conseguir algo.

Es necesario recordar una vez más lo de «merecemos conseguir aquello que soñamos». Por ello, los pensamientos limitantes, o las típicas ideas de que nuestro tren ya ha pasado y que hemos de conformarnos con lo que tenemos pueden ser nuestros auténticos enemigos.

Lee también: Acepta los cambios, siempre hay algo maravilloso que aprender

La maravillosa sensación de formar parte de la gente libre

Ser libre de mente y corazón es una sensación tan enriquecedora como productiva. Se trata solo de ser consciente de nuestras virtudes y capacidades para aplicarlas en todo aquello que nos propongamos.

Una mente abierta, flexible, que reconoce errores y que crea nuevas estrategias para superarse, es una mente que atrae oportunidades.

Por otro lado, quien vive solo para complacer al resto o no se atreve a salir de esa zona de confort donde todo está programado y es predecible, cierra la puerta a todo lo nuevo.