Heridas en manos y dedos en niños

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Jun 30, 2020   Salud

Desde que nacemos sentimos curiosidad por explorar nuestro entorno. Los niños se meten cosas en la boca y las tocan porque están experimentado su sensibilidad táctil. Así, son estos los más susceptibles de sufrir heridas en manos y dedos.

Existe una representación gráfica de la sensibilidad del organismo denominada homúnculo de Penfield, descrita por primera vez por el doctor Penfield, un neurocirujano que adquirió gran fama a mediados del siglo XX por su trabajo sobre las áreas cerebrales.

Si nos fijamos en el dibujo podemos decir que claramente los labios y las manos son las áreas de mayor tamaño porque son ricas en receptores sensoriales. Y es precisamente por este motivo por lo que los niños son tan propensos a tocar todo y metérselo en la boca.

Además, a medida que los niños crecen y empiezan a andar se va desarrollando el sistema del equilibrio. Por lo que, al caer, apoyar las manos es un acto reflejo para proteger la cabeza.

Heridas en manos y dedos: accidentes domésticos

Las heridas en manos y dedos son las más frecuentes dentro de los accidentes domésticos.

Manos con guantes y material de sutura

La mayor causa de muerte infantil en nuestro medio son los accidentes domésticos. Las casas están plagadas de peligros para los niños que hay que evitar.

Especialmente las quemaduras eléctricas y los cortes en los dedos son los más frecuentes dentro de los accidentes domésticos. Por todo ello es muy importante saber cuáles son las heridas más frecuentes en manos y dedos, y cómo realizar un tratamiento correcto para evitar complicaciones.

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¿Cuáles son los tipos de heridas más frecuentes en manos y dedos?

Como hemos mencionado en el apartado anterior, las heridas en manos y dedos son extremadamente frecuentes en niños. Pueden estar producidas por múltiples causas, así que nos centraremos en las más comunes:

  • Heridas incisas: son lo que conocemos como cortes. La piel de los niños es muy fina, por lo que pueden aparecer por rasparse con una hoja de papel, tocar el borde de latas de conserva o de refresco, pequeños cristales que estén en el suelo, etc.
  • Heridas contusas: se producen por golpes y caídas. Suelen asociarse a hematomas y magulladuras. Si las caídas son fuertes puede llegar a fracturarse la muñeca o alguna falange de los dedos.
  • Heridas punzantes: son las más complicadas de tratar, puesto que al penetrar un objeto sobre la piel la herida es más profunda y tiene mayor riesgo de infectarse. En este caso hay que asegurarse de que no quedan restos del cuerpo extraño en el tejido y hay que desinfectar muy bien la zona.
  • Heridas por fricción: son los raspones que se producen al rozar la piel contra el suelo en una caída. Suelen ser típicas de las rodillas, pero también pueden aparecer en las manos (típicas de la caída desde una bicicleta o en el patio del colegio).

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¿Cómo tratar las heridas en manos y dedos?

Médico observando la mano de una chica
Especialmente los niños son los más proclives a experimentar daños en manos y dedos.

Independientemente del tipo de herida que sea, hay que seguir una serie de pautas generales para evitar que se infecten. Antes que nada, es necesario asegurarse de que no quedan restos de cuerpos extraños dentro de la piel y limpiar la zona.

La piel está repleta de pequeños capilares, por lo que, aunque la herida sea muy superficial, puede llegar a sangrar bastante. Si aplicamos agua fría o hielo (preferiblemente con una gasa para evitar el contacto directo con la piel) conseguimos hacer una vasoconstricción de los vasos. Además, el frío ayuda a reducir la inflamación.

A continuación, hay que desinfectar la zona de la herida. Existen soluciones comerciales, como la povidona yodada o la clorhexidina que vienen ya preparadas y son muy efectivas. Además, suelen venir con un espray, por lo que el acceso a la piel es completo.

Si a pesar de todo la herida sigue sin mejorar o se trata de una herida sucia y penetrante, te recomendamos que acuda directamente al médico y comprobar la cartilla de vacunación. Es posible que sea necesario suturar para evitar el riesgo de complicaciones y favorecer la cicatrización.