¿Se puede aprender mientras dormimos?

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Jul 01, 2020   Lifestyle

¡Qué bueno sería irnos a la cama por la noche y al despertar habernos convertido en bilingües o en expertos en cierto tema! ¡Perfecto para rendir un examen en la universidad! Si bien cada vez son más las investigaciones sobre la capacidad del cerebro para aprender mientras dormimos, la ciencia aún no puede afirmar que sea posible.

No obstante, existen casos de personas que pudieron mejorar sobre ciertos aspectos «estudiando» mientras descansaban.

¡Entérate de más en este artículo!

Hora de dormir… ¿y de aprender?

El ritual para aprender mientras duermes debería ser el siguiente: rociar con perfume la almohada, colocarnos los auriculares con la lección, apagar las luces, cerrar los ojos y dormir profundamente.

Estos simples pasos supuestamente te ayudarían a que por la mañana fueras un virtuoso al tocar un instrumento, practicar un deporte o hablar un idioma extranjero.

¿Será así de verdad? Lo cierto es que al despertarte no recordarás nada de lo que has oído durante la madrugada.

Sin embargo, como indican algunas investigaciones, tu rendimiento sería superior al de la jornada anterior. Los resultados de este ritual son controvertidos.

Hasta hace algunos años los científicos desechaban completamente esta teoría. Pero, con el correr del tiempo, han encontrado algunas pistas de cómo mejorar la memoria cuando tenemos los ojos cerrados o estamos durmiendo.

La explicación es la siguiente: por la noche la mente procesa los datos que ha recibido y los consolida. Los guarda en un sitio al que luego podemos acceder simplemente pensando en ello.

Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tubinga (Alemania), el sueño nos ayuda a generalizar lo que hemos aprendido durante la jornada.

Nos permite estabilizar esos recuerdos y organizarlos de cierta manera. Y a tener flexibilidad para poner en práctica esos conocimientos según los necesitemos.

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¿Qué pasará en el futuro?

Qué pasará en el futuro

Las pruebas actuales incluyen un casquete de electrodos que se coloca en la cabeza del individuo analizado para medir la actividad neuronal. Unos auriculares reproducen ciertos sonidos los cuales están sincronizados con las ondas cerebrales.

Según se estima la tecnología avanzará sobremanera en este aspecto. En algunas décadas tendremos la posibilidad de estudiar mientras dormimos.

¿Cómo? Teniendo en cuenta los ciclos del sueño ya que, según en qué fase nos encontremos, el cerebro podrá o no «absorber» la información.

Se supone también que en un par de años los estudiantes podrán prepararse para los exámenes simplemente escuchando la lección mientras duermen.

Aún no hay muchas pruebas que avalen estos programas, aunque los científicos son optimistas al respecto.

«Solo faltan algunos detalles más para que se conviertan en un potenciador cognitivo», indican.

¿Qué podemos aprender mientras dormimos?

Qué podemos aprender mientras dormimos

Si has leído el libro Un mundo feliz, de Aldous Huxley, quizás recuerdes que en esta historia los niños aprendían mientras dormían los contenidos que no retenían durante la jornada.

Gracias a la repetición de frases o conceptos estos datos se quedaban grabados en la memoria. Por ejemplo, un personaje aprendía inglés al escuchar obras de teatro de George B. Shaw. Solo necesitaba 100 repeticiones 3 veces a la semana durante 4 años.

¡Parece bastante tiempo!

Lo que también se narra en ese cuento es que si bien los niños sabían más sobre un tema. Este no formaba parte de su conocimiento verdadero. Sólo repetían datos como si fueran loros.

Dejando de lado la ficción, nos enfocaremos en la vida real. Parece que hay tres áreas o asignaturas que podríamos aprender con las repeticiones nocturnas:

1. Idiomas

Idiomas

¡Qué excelente noticia! Sobre todo para aquellos que queremos ser políglotas algún día. Las cintas habladas en lengua extranjera que se escuchan cuando hacemos otra actividad (no solo dormir sino también preparar la cena, hacer ejercicio, conducir, etc.) nos pueden ayudar a retener palabras o frases.

Hay estudios que afirman que los estímulos que recibe el cerebro mientras dormimos pueden ayudar a consolidar lo que aprendimos en el día.

Por ello una buena idea es una vez que regresamos a casa de la clase de inglés, francés o japonés (por citar algunos ejemplos) volver a escuchar la lección. Si es mientras estamos descansando, mucho mejor.

Y hay algo más. Si, por ejemplo, oímos palabras en ese idioma que no conocemos y al otro día nos hablan usando las mismas frases, será más fácil que las reconozcamos (aunque quizás no sepamos su significado).

Las pistas verbales oídas en la fase no REM activan la memoria asociada y, por ende, ayudan a «recordarlas» posteriormente.

2. Música

¿Te puedes levantar por la mañana siendo un excelso pianista? Bueno, no es tan simple. Pero quizás en algo mejoren tus clases de piano.

La música no solo se relaciona con lo mental, sino también con los sentidos y por ello escucharla por las noches podría ayudar a luego recordar acordes o tonos.

Una investigación afirma que aquellos que durante el sueño oían una canción ejecutada en el juego Guitar Hero luego pudieron reproducir el tema de una manera más acertada.

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3. Memoria

Si bien no se trata de una asignatura de la escuela o la universidad, es un área que vale la pena reforzar y mejorar.

La reactivación de la información que hemos aprendido hace poco y la posterior consolidación de los conceptos se puede «manipular». O dicho de otra manera, «entrenar».

Algunos estudiantes, por ejemplo, graban la clase de un profesor y luego la vuelven a escuchar cuando duermen. No quiere decir que a la mañana rendirán un examen perfecto. Pero si que les será más sencillo estudiar o entender la lección.