Cómo luchar con el enamoramiento de alumnos con profesores

El enamoramiento de alumnos con profesores es mucho más común de lo que se cree. Por ello es muy importante hablar con los jóvenes y hacerles entender que no se trata de amor, sino de idealización.

Enamoramiento de alumnos con profesores: ¿si hay amor todo lo vale?

Nos han hecho creer que con amor se pueden sortear todos los obstáculos, que el amor no sabe de edades ni de condiciones sociales. Sin embargo, en ocasiones, enamorarse puede ser motivo de tristeza, depresión y decisiones erróneas.

El enamoramiento de alumnos con profesores es uno de los casos más comunes de amores no correspondidos, ni aceptado socialmente. Además, conlleva la complicación añadida de que los estudiantes suelen ser menores de edad.

El problema en sí no es que el alumno se enamore de su profesor, sino que el adulto corresponda a esos sentimientos. Para ambos, se tratará de algo prohibido, mal visto y que deberán esconder.

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El enamoramiento de alumnos con profesores: ¿por qué surge?

De pequeños, podemos decir que «nos gusta» un profesor o una profesora porque aún cargamos con un complejo de Edipo (o de Electra) muy fuerte. Los profesores se suelen convertir en «segundos padres» (o padre) y es normal sentir cierta devoción por ellas.

Pero en la adolescencia este sentimiento puede volverse peligroso. Además de la revolución hormonal y los profundos cambios emocionales, cuando un joven admira a su profesor puede llegar a confundirlo con enamoramiento. Se les otorgan rasgos, valores o características considerados «perfectos» o acordes a sus enseñanzas o sueños.

En la adolescencia suelen darse ciertas confusiones en cuanto a los sentimientos se refiere. En esta etapa los amores platónicos, delirantes o insuperables están a la orden del día. Los docentes son considerados figuras de autoridad, con conocimientos, serios, con dominio de sí mismos y que pueden poner límites.

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Enamoramiento de los alumnos a sus profesores: cuando se cruzan los límites

En principio, no importa si el joven se enamora platónicamente de un profesor o de un cantante. El problema es que el adulto sobrepase sus límites. Incluso si el amor fuera real, el profesor debe evitar los acercamientos que no sean estrictamente académicos.

No podemos hacer nada contra las fantasías amorosas de los adolescentes sobre los profesores. Sin embargo, sí podemos actuar contra los adultos que pretende involucrarse emocionalmente con un joven.

Los límites se trasgreden cuando el profesor comienza una relación amorosa con el alumno. La gran diferencia de edad, experiencia y conocimientos hacen que esta relación sea desigual.

Los jóvenes menores pueden sentirse confusos en esta situación, por lo que la responsabilidad es del adulto. Él será quien tenga que marcar los límites.

No se puede luchar contra el enamoramiento de alumnos con profesores, pero sí se pueden evitar situaciones indeseadas. La buena comunicación es la clave para entender ese amor platónico.