¿Hay demasiados alimentos con harinas blancas en tu dieta?

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Jun 30, 2020   Bienestar

La harina es un ingrediente muy presente en la dieta promedio actual. Pues se encuentra en gran parte de los alimentos que comemos. Generalmente tenemos acceso a un tipo de harina refinada, las harinas blancas, mucho más comercializada que las harinas integrales.

Está en nuestros panes, galletas, pastas, pizzas, tortas, pasteles, sándwiches, etc. Cuando consumimos cualquiera de estos alimentos, incorporamos harina blanca a nuestra dieta.

Si tienes interés en mejorar tu salud o necesitas bajar de peso, sin duda debes considerar la sustitución de la harina blanca por harina de trigo integral. ¿Por qué?

Un estudio de 2004 señaló que aquellas personas que comen muchos carbohidratos refinados tenían un riesgo aumentado de padecer diabetes de tipo 2 y obesidad. Sin embargo, se necesitarían nuevos estudios al respecto.

¿Cuál es la diferencia entre una harina y otra?

Básicamente hay dos clases de harina:

  • las integrales (conservan sus componentes originales)
  • las que han sido procesadas y refinadas para obtener las comúnmente llamadas “harinas blancas”.

La harina integral conserva el pericarpio, la cascarilla del grano (conocida comúnmente como “salvado”), el germen y el endospermo. Lo que sucede con la harina blanca es que, al ser refinada, el germen y el salvado se descartan.

¿Por qué reducir su consumo?

Según la Fundación Española de Nutrición, desde el punto de vista nutricional, la harina de trigo contiene principalmente hidratos de carbono complejos, además de algunas vitaminas (tiamina, riboflavina y niacina) y minerales (destaca su contenido en fósforo). Sin embargo, se elimina el contenido de fibras, tan necesarias para el organismo.

Por el contrario, la harina integral es fuente de una mayor cantidad de proteínas, grasas (aceite en el germen), minerales, vitaminas del grupo B (particularmente de ácido fólico) y, principalmente, de fibra.

Como ves, la harina integral es bastante más nutritiva que la harina refinada. Por este motivo, se recomienda bajar su consumo y sustituirlo por harinas integrales.

¿Son adictivas las harinas blancas?

En 2015, una investigación analizó cuáles son los alimentos más adictivos y entre ellos, se menciona las harinas blancas. Esto se debería a que producen en nuestro organismo una subida de insulina que tendría como consecuencia una mayor necesidad de consumir alimentos con alto nivel de azúcar y harinas.

En otras palabras, demasiadas harinas blancas en tu dieta podrían llegar a provocar desajustes en tus niveles de insulina. Esto resulta importante para las personas que padecen diabetes.

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La solución: cambiar por harinas integrales

Los alimentos que contienen trigo integral son una opción saludable. Al conservar sus fibras, suelen ser más saciantes con lo cual se podría inferir que nos ayudarían a comer menos y por ende, a mantener un peso saludable. No obstante, un estudio de The American Journal of Clinical Nutrition no encontró una relación directa entre su consumo y la pérdida de peso.

Por otro lado, como ya hemos mencionado, tienen un mejor perfil nutricional en comparación con las harinas blancas refinadas. En concreto, contienen más fibra, vitamina E, manganeso, cobre y antioxidantes.

Optar por esta variedad de harinas sería una forma sana de aumentar el consumo de nutrientes importantes. Hoy en día existe en el mercado una infinidad de productos hechos de trigo integral, en lugar de harina blanca.  Otra opción, es elaborar en casa alimentos con harina integral, la cual es muy fácil de conseguir en comercios de naturismo y dietética.

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Un cambio de vida

Decídete a tomar las riendas de tu salud y realizar cambios en tu alimentación. Lleva una vida más activa y menos sedentaria. También convendría reducir las harinas blancas de tu dieta.

Lo importante es aprender a elegir sabiamente qué combustible proporcionas a tu organismo. Las harinas integrales te van a brindar un mayor número de nutrientes necesarios para preservar tu salud y ningún elemento negativo que te provoque ansiedad o ganas de darte una atracón de dulces.

Y tú, ¿consideras que tienes adicción por las harinas blancas? ¿Has incorporado ya las harinas integrales a tu dieta? ¿Te gustan?

Fotografía cortesía de Nicole – monteregina