Síndrome de tensión temporomandibular

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Jun 30, 2020   Salud

El síndrome de tensión temporomandibular también suele llamarse disfunción de la articulación temporomandibular. Corresponde a un conjunto de afecciones de la articulación temporomandibular.

En todos los casos, lo que se encontrará presente será el dolor en la zona y una alteración en la función de la articulación. Además, puede causar un impacto significativo sobre la calidad de vida. ¿De qué se trata? ¿Cómo mejorarla? A continuación, lo detallamos.

¿Cuál es la articulación temporomandibular?

Es la que conecta la mandíbula al cráneo en la región temporal. Se encuentra a ambos lados de la cabeza, justo por delante de los oídos. Su función es la de permitir la apertura y cierre de la boca. Esto, a su vez, es posible gracias a los llamados músculos de la masticación.

Tanto al hablar como al comer, bostezar o reírse, la estamos poniendo en uso, por lo que es fácil darnos cuenta de que la utilizamos de manera constante. Por este motivo, no resulta raro decir que es muy común ver disfunciones de la articulación en adultos. Incluso, también se dan en niños, sobre todo a partir de los 10 años de edad.

¿Cuál es la articulación temporomandibular?
La articulación temporomandibular permite la apertura y cierre de la boca.

¿De qué se trata síndrome de tensión temporomandibular?

Como mencionamos antes, se trata de un conjunto de afecciones y se suele clasificar, según el origen del problema, en muscular o articular. En realidad, muchas veces, tanto la articulación como los músculos masticatorios se encuentran afectados.

Puede ser unilateral o bilateral. Es más común que se presente en mujeres. Además, la edad de presentación más habitual es entre los 20 y los 44 años (aproximadamente), aunque puede darse a cualquier edad.

Se caracteriza por la presencia de:

  • Dolor agudo o crónico relacionado con el movimiento de la mandíbula, por lo general, en la zona alrededor del oído.
  • Chasquido de la articulación durante la apertura y cierre de la boca.
  • Limitación en la apertura de la boca, e incluso puede que se trabe la mandíbula.
  • Dolor de cabeza y cuello.
  • Dolor de oído.
  • Zumbidos.
  • Disminución de la agudeza auditiva.

Ver también: Glándulas submaxilares: ¿para qué sirven?

¿Cuáles son las posibles causas?

Las posibles causas son muy variadas. De hecho, en muchas ocasiones puede que se encuentren presentes más de una. A continuación, nombramos algunas de las comunes.

  • Maloclusión dentaria.
  • Hábito de apretar la mandíbula.
  • Hábito de morder el lápiz.
  • Mascar chicle.
  • Bruxismo.
  • Estrés y ansiedad.
  • Sensibilidad aumentada al dolor.
  • Artritis reumatoidea.
  • Infección articular.
  • Dislocación articular.
  • Neoplasias.
  • Enfermedades degenerativas articulares.
  • Traumatismo en la región articular.
  • Desplazamiento del disco articular.

Con frecuencia, para realizar el diagnóstico, bastará con que el especialista realice la historia clínica del dolor y la exploración física de la zona, incluyendo la región del cuello.

En ocasiones, se pide algún estudio de imagen, como puede ser una radiografia, tomografia computarizada o resonancia magnética. En caso de que el médico lo considere necesario, realizará estudios de sangre con el fin hacer  un diagnóstico diferencial.

¿Cuáles son las posibles causas?
El bruxismo, las enfermedades articulares degenerativas y los traumatismos son algunas de las causas principales del síndrome de tensión temporomandibular.

¿Cómo mejorar el síndrome de tensión temporomandibular?

En muchas ocasiones, las causas de este síndrome coexisten, y el abordaje de las soluciones puede requerir la participación de un equipo interdisciplinario. A veces, se tratará de una situación temporal, que puede incluso mejorar sin ningún tipo de tratamiento específico.

No obstante, en otras ocasiones, sí serán necesarias medidas de tratamiento que podrán mejorar el dolor y la mala función articular. Ahora bien, existen acciones que pueden ser llevadas a cabo por los pacientes para disminuir o controlar este síndrome. Las llamaremos medidas conservadoras, e incluyen las siguientes:

  • Evitar morder cualquier elemento no comestible (lápices, biromes, uñas, etcétera).
  • Mantener la mandíbula un poco abierta, relajada, para evitar tenerla apretada de manera constante.
  • Tener mucho cuidado o, incluso, evitar ciertos instrumentos musicales que puedan tensar la zona de la boca, mandíbula o cuello.
  • Aplicar técnicas de relajación muscular.
  • Colocar compresas calientes o frías en la zona de dolor.
  • Mejorar la higiene del sueño.
  • Hacer masajes musculares.
  • Comer alimentos blandos.
  • Evitar movimientos amplios de la mandíbula.

Estas medidas serán de muchísima utilidad, siempre bajo la supervisión del especialista. En ocasiones, el médico recetará analgésicos para el dolor y también terapia física.

Existen férulas oclusales removibles que, en algunos casos, pueden ser útiles. Por otro lado, en pacientes graves, las medidas conservadoras no son suficientes y será necesaria la cirugía.

Infórmate más en: ¿Qué es y cómo se trata el bruxismo?

El pronóstico puede variar según la causa

Por fortuna, en la mayoría de las ocasiones, los casos responden bien a las medidas conservadoras. Por lo tanto, hay un buen pronóstico. No obstante, es conveniente dejar claro que, si el síndrome de tensión temporomandibular tiene su origen en una neoplasia, enfermedades degenerativas articulares, etcétera, el pronóstico y evolución puede variar.

Considerando lo anterior, los síntomas pueden mejorar o empeorar en función de la evolución propia de la enfermedad causante. Por eso, es primordial hacer un buen diagnóstico médico e iniciar un tratamiento según el caso.