Aprovecha las bolsitas de infusión para hacerte mascarillas

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Jul 01, 2020   Remedios naturales

En anteriores artículos ya hemos dado a conocer los distintos usos que se le pueden dar a las bolsitas de infusión ya utilizadas. Las podemos meter en los armarios o la nevera para quitar olores, podemos usarlas para limpiar cristales y alfombras, para fertilizar la tierra del huerto, etc.

En este artículo te explicamos cómo puedes reutilizar las bolsitas de infusión para prepararte mascarillas que te ayudarán a limpiar, nutrir y relajar el cutis. ¡Descúbrelo!

Las bolsitas de infusión

¿Tienen propiedades?

Tienen propiedades

Los restos de planta que contienen las bolsitas de infusión, una vez reposados con agua caliente, activan sus propiedades. Estas se pasan al agua pero también permanecen en las hojas humedecidas.

Al mezclarlas con otros ingredientes conseguimos potenciar sus efectos. Además, nos permiten exfoliar el rostro con suavidad una vez retiremos la mascarilla.

Las podemos usar el mismo día, guardarlas en la nevera para utilizarlas en los dos días siguientes o bien congelarlas para cuando las necesitemos. Te detallamos las más beneficiosas.

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¿Qué bolsitas de infusión usamos?

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A continuación detallamos cuáles son las bolsitas de infusión que pueden resultar más beneficiosas para la piel de nuestro cutis:

  • Té verde: El té verde es un potente antioxidante nos ayuda a prevenir los radicales libres que causan envejecimiento, así como a regular el exceso de grasa gracias a sus propiedades astringentes.
  • Manzanilla: La manzanilla tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, por lo cual es excelente para las pieles más sensibles, irritadas o con tendencia a enrojecerse. También ayuda a aliviar las bolsas bajo los ojos y la cara hinchada.
  • Ortiga: Las infusiones de ortiga son muy depurativas tanto a nivel interno o externo, por lo que nos permitirán limpiar las impurezas de la piel y prevenir la aparición de granitos.
  • Romero: Las infusiones de romero mejoran la circulación cuando las tomamos y también cuando nos las aplicamos en el cutis. El agua de romero, de hecho, era un antiguo remedio de belleza para mantener la piel joven y firme.
  • Escaramujo: Con el fruto del escaramujo se elabora el famoso aceite de rosa mosqueta, un ingrediente imprescindible para las pieles maduras y secas, y para prevenir las arrugas y marcas de expresión.
  • Hinojo: Esta popular planta para aliviar los gases y la hinchazón tiene la propiedad de calmar las pieles más sensibles.
  • Cola de caballo: Esta planta medicinal de propiedades diuréticas y remineralizantes nos aporta una gran cantidad de silicio, un mineral imprescindible para tener una piel elástica, tonificada y sin arrugas.

¿Cómo preparamos la mascarilla?

Cómo preparamos la mascarilla

Elegiremos una bolsita de infusión utilizada, que será el ingrediente base de nuestra mascarilla. Abriremos la bolsita y pondremos el contenido en un bol. Ahí añadiremos, también, el resto de ingredientes, adaptados para nuestro tipo de piel:

  • Para hidratar sin aportar demasiada grasa: yogur, leche de avena, plátano, miel de abeja, aceite de coco o aceite de jojoba, yema de huevo.
  • Para nutrir en profundidad: aceite de oliva, aceite de sésamo, aceite de lino, aceite de rosa mosqueta, aguacate.
  • Para dar firmeza a la piel: gel de aloe vera, clara de huevo.
  • Para eliminar el exceso de grasa: jugo de limón, jugo de piña, agua marina.
  • Para regular pieles mixtas: aceite esencial de lavanda, arcilla blanca.
  • Para calmar pieles delicadas: agua de rosas, aceite esencial de lavanda, yogur, avena, arcilla blanca.
  • Para controlar los granitos y prevenir el acné: arcilla verde, aceite esencial de árbol de té, aceite esencial de menta, aceite de onagra, levadura de cerveza.

La mascarilla ideal debería estar preparada con el contenido de una bolsita de infusión y dos ingredientes adecuados a nuestro tipo de piel. ¿Pero cómo la usamos?

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¿Cómo nos la aplicamos?

  • Para empezar, mezclaremos los ingredientes hasta conseguir una pasta que nos podamos untar con facilidad. No debe ser demasiado líquida ni demasiado espesa.
  • Después, nos la aplicaremos sobre la piel del cutis limpia, lavada y seca. Evitaremos la zona más sensible del contorno de los ojos.
  • A continuación, la dejaremos actuar entre 15 y 30 minutos.
  • Después, nos aclararemos con agua haciendo un poco de exfoliación en las zonas más grasas. Estas suelen ser la frente, la nariz y, a veces, la barbilla.
  • A continuación nos hidrataremos la piel con nuestra loción habitual.
  • Podemos hacernos esta mascarilla una vez por semana para notar sus increíbles beneficios.
  • Además, recomendamos ir variando los ingredientes para comprobar cuáles son los que mejor le van a nuestro cutis.