8 consejos para el tratamiento y control del asma

El asma es una enfermedad crónica, del sistema respiratorio, que se produce por el estrechamiento de los bronquios. Estos son los conductos por los que transita el aire hacia los pulmones. Las personas que la padecen, experimentan una fuerte congestión que, a su vez, produce dificultad para respirar, tos crónica, sibilancias y otros síntomas que afectan la calidad de vida.

Si bien, para algunos es una molestia menor y de carácter esporádico, otros lo sufren de forma crónica. La buena noticia es que existen varias acciones sencillas que, aunque pueden parecer pequeñas, en realidad tienen un impacto positivo para mantener bajo control esta condición y complementar su tratamiento.

¿A quién afecta el asma?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay 235 millones de pacientes con asma, es decir, un 5% de la población mundial. Este, es un trastorno que afecta a las personas de todas las edades, aunque es más frecuente entre los niños y, si bien su causa exacta no está definida, puede surgir por la combinación de ciertos factores ambientales y genéticos.

Factores de riesgo

Las crisis de asma se pueden producir por la exposición a algunos irritantes, sustancias que desencadenan alergias, enfermedades respiratorias o la actividad física exigente.

En cuanto a los factores de riesgo relacionados a esta enfermedad, la Clínica Mayo menciona los siguientes:

• Tener un pariente consanguíneo con esta condición.
• Presentar algún tipo de alergia, como dermatitis atópica o rinitis alérgica.
• Tener sobrepeso.
• Ser fumador.
• Exposición al tabaquismo pasivo.
• Exposición a gases de escape o a otros tipos de contaminación.
• Exposición a productos químicos que se utilizan en algunas industrias.

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Consejos para el control del asma

El asma es un problema crónico e impredecible. Por ello, es conveniente llevar un control médico para darle un tratamiento adecuado y evaluar sus posibles complicaciones. Adicional a esto, todos los pacientes deben tomar medidas preventivas para evitar las crisis. A continuación, damos algunas recomendaciones para controlar esta afección.

1. Evitar la exposición a alérgenos

El entorno de los pacientes con asma debe estar libre de sustancias que puedan empeorar los síntomas. Para esto, es fundamental evitar el polvo, los ácaros, el pelo de animales o cualquier alérgeno identificado.

2. Hacer ejercicios respiratorios

Con el fin de manejar la ansiedad y evitar que el asma se complique, es necesario que la persona con esta condición aprenda a realizar ejercicios para controlar la respiración.

En relación a esto, una revisión publicada en Crochane sugiere que algunas técnicas, como el método Papworth (un tipo de respiración diafragmática), la respiración yóguica o cualquier práctica similar que contribuya a cambiar el patrón de respiración, podría tener una incidencia positiva para controlar la enfermedad.

3. Evitar el cigarrillo

El humo del cigarrillo es uno de los principales desencadenantes de crisis asmáticas. Por esta razón, es fundamental evitar su consumo o exponerse a un entorno de fumadores.

En efecto, una publicación de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sugiere que, además, el humo de segunda mano, que es el que forma por los cigarrillos y tabacos prendidos o el que es exhalado por alguien que está fumando, también resulta perjudicial para las personas con esta condición.

4. Deporte con precaución

Para llevar un buen control del asma, los pacientes deben practicar los deportes que les haya sugerido su médico. La natación o los ejercicios en salas cerradas y cálidas resultan ser los más indicados. Además, como lo sugiere la American Academy of Allergy Asthma and Immunology, otras actividades recomendados pueden ser las caminatas, el ciclismo de ocio y el senderismo.

5. Seguir con la medicación

Uno de los errores que cometen las personas asmáticas es abandonar su medicación cuando no presentan los síntomas. Sin embargo, es fundamental seguir el tratamiento prescrito por el médico para lograr una buena calidad de vida.

6. No automedicarse

¡Cuidado! La automedicación puede traer consigo efectos secundarios no solo para las personas con asma sino para la población en general, sobre todo, si la persona ya consume cierta variedad de fármacos. Es primordial consultar con el médico antes de tomar otro tipo de medicina.

7. Usar bien el inhalador

El buen uso del inhalador es determinante para actuar en un caso de crisis de asma. Aunque es obligación del médico enseñarle a la persona cómo usarlo, a continuación, repasamos los pasos más importantes:

• Abrir el dispositivo y prepararlo (agitarlo o rotarlo).
• Vaciar el aire de los pulmones, bloquear la respiración y poner el orificio del inhalador en la boca.
• Inhalar a fondo, contener la respiración 5 o 10 segundos y volver a respirar.

Nota: Si el inhalador contiene corticoides, es conveniente enjuagar la boca al terminar.

8. Hacer revisiones periódicas

Las revisiones periódicas por parte de un médico especializado pueden ser clave en el control del asma y la prevención de complicaciones en la salud. Es primordial acudir de forma periódica a la consulta de neumología para acceder a una espirometría.

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¿Cómo actuar ante una crisis de asma?

Las crisis de asma son alarmantes y pueden causar mucha preocupación, tanto en los pacientes afectados como en sus familiares. Pese a esto, es esencial conservar la calma y actuar rápidamente, siguiendo estos consejos:

• Si el inhalador hace parte del tratamiento, hay que usarlo lo antes posible.
• Si el médico recomendó otro medicamento para estos casos, se debe administrar pronto.
• Aflojar la ropa para evitar la sensación de asfixia.
• Controlar la respiración.

Si no se percibe una mejora, lo mejor es acudir a emergencias, ya que, en algunos casos, es necesaria la intervención de un profesional. Por último, es importante recordar que el control del asma se puede llevar a cabo prestando atención a ciertos detalles cotidianos, como los que mencionamos anteriormente.